No hay nada imposible. Uno puede siempre abrazarse a la complicación
de ciertas tareas, de ciertos proyectos y de ciertas actividades. Es
legítimo. Pero, por suerte, no es una actitud unánime. Tommy Carroll es
invidente desde los dos años. Eso no le ha impedido patinar desde los
diez y disfrutar de la velocidad, la libertad, los trucos y las caídas,
que también se disfrutan en muchos casos.
Tommy Carroll es un chaval de 20 años que lleva desde los 10 patinando.
Estudia periodismo en la universidad y como cualquier otro joven,
procura divertirse en su tiempo libre. Hasta aquí todo normal, pero este vídeo ha hecho que su historia personal llegue a miles de personas.
Si, Tommy Carroll es ciego y eso no le impide disfrutar de su pasión, el skateboard. A los dos años, un cáncer de retina le dejó sin visión en sus dos ojos. Una ceguera total con la que convive y que no supone una barrera a la hora de coger el patín. El sonido de las ruedas le guía encima de la tabla y el reconocimiento del terreno hace que cuando el skatepark esté ya en su cabeza, pueda ripar como si nunca hubiera perdido la visión.
Hace unos meses el propio Tony Hawk
pudo ver en persona como Tommy afronta su obstáculo cada vez que sale a
patinar. La leyenda del skate quiso compartir con él unas palabras
después de observarle en una pequeña sesión de miniramp.
La historia de Tommy, al igual que la de Derek Rabelo, seguro que
ayuda a muchos en situaciones similares, pero estoy seguro de que inspirará a miles y miles de personas sean ciegas o no, amen el skateboard o no. Tal y como él mismo dice:
"Creo que todo el mundo debería saber que todo pasa por algo, pero que lo importante es pensar en que siempre hay una manera de superar los obstáculos si realmente se quiere."
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