El pian, una de las tristemente llamadas enfermedades olvidadas,
restringidas a las zonas más pobres y desasistidas de los países
tropicales, tiene por fin un tratamiento eficiente gracias al empeño de
un joven médico catalán que trabaja desde hace dos años en un rincón tan
apartado de nuestra sociedad como es Lihir, una pequeña isla de
Papúa-Nueva Guinea. Oriol Mitjà, que es actualmente el coordinador
médico del hospital de Lihir, ha comprobado en un ensayo de campo que
una única dosis oral de azitromicina, un fármaco antimicrobiano ya
empleado para combatir otras dolencias, es eficaz para detener el mal de
pian.
Mitjà, especialista en enfermedades infecciosas del Centro de
Investigación en Salud Internacional de Barcelona (Cresib), comenta que
el pian se trata actualmente con penicilina, pero el hecho de que sea
obligatoria una inyección «dolorosa e incomoda», así como una cierta infraestructura médica, le resta eficacia. «Una
monodosis de azitromizina no solo nos permite llegar con facilidad a
una gran población, sino que además te olvidas de las alergias y de
enfermedades como el sida».
El pian, que guarda similitudes
con la sífilis, es una enfermedad infecciosa de origen bacteriano que
forma úlceras dolorosas en la piel y puede acabar generando graves
deformaciones en los huesos. La enfermedad ha renacido con fuerza en los
últimos años después de las campañas de erradicación llevadas a cabo
hace medio siglo por la OMS. «Desde entonces prácticamente no se había hecho nada»,
afirma. En el estudio de Mitjà han participado 250 niños de entre seis
meses y 15 años de edad. Y los resultados han sido, como mínimo, igual
de buenos que los que se consiguen con la penicilina inyectable.
La
investigación, en la que también ha colaborado Quique Bassat,
especialista en medicina tropical del Cresib, se ha publicado en la
revista médica The Lancet. El trabajo ha contado con financiación de la empresa International SOS y de la compañía minera Newcrest.
En Lihir, una isla de 22 kilómetros de largo, viven 20.000 personas. «Además del pian hay presencia de malaria, tuberculosis, sida... -relata Mitjà-. En el hospital trabajan 80 personas, pero yo soy el único extranjero. El trato es muy amable, posiblemente por la tradición católica». La isla fue evangelizada tras la segunda guerra mundial.
Tras conocer los resultados, la OMS ha anunciado la convocatoria de una reunión «en la que previsiblemente se adoptará el nuevo tratamiento de manera oficial», informa el Cresib. También se ha puesto en marcha una investigación para analizar la futura erradicación de la enfermedad. «Es un primer paso. El reto ahora será eliminar el pian de una región entera», concluye Mitjà con esperanza.
(Fuente)
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