"María y yo"
"No se recuerda una concentración igual de pedagogos y expertos en salud pública encima de una alfombra roja de la Gran Vía madrileña. La première de María y yo batió todos los récords. El glamour de bote ha muerto. ¡Viva la emoción genuina! Desde Hellín (Alicante), y al volante de una furgoneta alquilada, Pura Arteaga se plantó, junto a seis chavales de la asociación de apoyo a la discapacidad Asprona de Hellín (Albacete), en los cines Callao. Allí coincidió con Raquel Luengo, técnico de la Agencia Laín Entralgo de estudios sanitarios de la Comunidad de Madrid, y con Juana María Hernández, una de las especialistas en autismo más reputadas de España.
Entonces ¿hablamos de cine o de una acción guerrillera en pos de la integración? Ambas cosas: el cómic de Miguel Gallardo (publicado por Astiberri en 2007), en el que se basa la película homónima dirigida por Félix Fernández de Castro que se estrena el viernes, se ha convertido en la seña de identidad y herramienta de divulgación para padres, tutores y expertos en autismo. Un ejemplo insólito y feliz de arte que cala en la vida.
Recordemos. Hace tres años Astiberri publicaba una novelilla gráfica autobiográfica en la que el dibujante más conocido por haber creado al célebre Makoki relataba la cotidianeidad con su hija María en una de sus habituales escapadas vacacionales a un resort atestado de guiris en el sur de Gran Canaria. "Había visto algunas historias sobre discapacidad, pero nunca desde este ángulo. María y yo tiene un sentido del humor y de la vitalidad brutal", se arranca el director del documental.
El cómic, como ahora también hace la película, exhibe la intimidad de las relaciones entre padre e hija, conmueve y hace reír, y casi sin ruido, explica y reflexiona sobre el autismo. "El arte es un instrumento poderosísimo para comunicar temas dificiles como el autismo. Y María y yo consigue que no salgas del cine diciendo pobrecita", apunta Verónica Pensosi, de la Fundación Orange, especializada en el apoyo del autismo, y coproductora del filme y de un corto ahora en preparación.
Poco a poco, como confiesa el propio Gallardo, y a medida que el cómic iba creciendo en número de ediciones y países publicados, empezó a verse involucrado en charlas en asociaciones de toda España. Comenzó a ilustrar libros de texto para difundir la integración, y su cómic se convirtió en el libro más recomendado por padres y expertos. Hoy Gallardo es un referente en la comunicación de la discapacidad.
"Poco después de la publicación de María y yo, empecé a recibir emails de gente, sobre todo padres de niños autistas. Se veían retratados en lo que contaba y, al tiempo, veían que había sentido del humor, sin restarle sufrimiento", explica Gallardo.
Para muchos esta es la clave del éxito del cómic y de la película: su vitalidad. "Fue sorprendente cuando salió porque hablaba desde la sencillez, de la cotidianidad de alguien con autismo y de su entorno. Eso es algo que falta cuando lees sobre este transtorno, falta la vida real, la frescura", apunta Raquel Luengo.
Algo parecido le lleva sucediendo a Paco Roca desde que editara Arrugas (Astiberri, 2007). Mucho se habló entonces del potencial del medio y de la habilidad de los autores para tratar temas arduos con ligereza y verdad. El cómic de Roca, que se convertiría en Premio Nacional, tocaba la vejez y el alzhéimer por primera vez en las viñetas españolas, y lo hacía, como Gallardo, con humor y ternura, con comprensión y sensibilidad. "De alguna manera tienes la sensación de que se te va de las manos", reconoce Roca. "En mi caso, Arrugas es una obra de ficción, que lo que busca ante todo es entretener, pero que ha traspasado esa frontera y se ha convertido en material didáctico". Para Roca, que también está preparando una adaptación al cine de su cómic, en su caso un filme de animación, el truco está en que el dibujo suaviza el tratamiento de temas duros.
Arrugas le ha dado momentos de una intimidad desgarradora. Sobre todo en las firmas de ejemplares. "Nunca había llegado a esa intimidad con mis lectores, ni ellos con un cómic."
"'María y yo' es la adaptación cinematográfica de la novela gráfica del mismo nombre. El director Félix Fernández de Castro ha llevado a la gran pantalla los cómics que Miguel Gallardo dibujó para su hija autista María. Esos dibujos han sido el medio de comunicación entre padre e hija, protagonistas del documental. Miguel Gallardo, dibujante de cómics e ilustrador vive en Barcelona, pero viaja constantemente a Canarias, donde vive su hija María con su madre May. 'María y yo' muestra cómo es una de sus vacaciones en un resort de la isla, en el que padre e hija disfrutan el uno del otro, aproximando al público a su día a día y mostrando la discapacidad de María de manera original, distinta, llena de humor y sinceridad.
(Fuente: http://www.laverdad.es/albacete/v/20100715/albacete/autismo-trastornos-desconocidos-20100715.html)
Facebook: http://www.facebook.com/mariayyo?v=info
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