Rachel Carson
(27/05/1907 – 14/04/1964)
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Bióloga marina y ecóloga cuyos escritos
fueron precursores para el movimiento ecologista.
Su legado, invaluable
para la restricción del uso del DDT
en Estados Unidos y el resto del
mundo.
Rachel Carson nació en una pequeña granja en Pensilvania. Su madre le
inculcó el amor por la naturaleza. A la vez que pasaba gran parte del
tiempo explorando en la extensión de la granja, Carson era una ávida
lectora y, desde pequeña, una talentosa escritora. Comenzó a escribir
historias sobre animales a los ocho años y publicó su primer cuento a
los once años. El mundo natural, en particular el océano, fue el tema
principal de su lectura. Tanto en la escuela secundaria como en la
Universidad, Carson fue un alma solitaria, aunque no dejaba de
contribuir con sus publicaciones. En 1929 se graduó con honores. Luego
de un curso de verano en el Laboratorio Biológico Marino, continuó sus
estudios en zoología y genética.
Carson continuó estudiando, después de su graduación, mientras
trabajaba como asistente en el laboratorio de Raymond Pearl, para
pagarse los estudios. Obtuvo su maestría en zoología en 1932. Aunque se
proponía continuar estudiando para un doctorado, en 1934 se vio forzada a
dejar la universidad para buscar un puesto de maestra y mantener a su
familia. En 1935, su padre sufrió una muerte repentina, dejando a Carson
al cuidado de su madre anciana, lo que empeoró su situación económica. A
pedido de su mentora en biología, Mary Scott Skinker, aceptó un puesto
temporario en el Departamento de Servicio de Pesca y Vida Silvestre para
escribir una serie de programas radiales de siete minutos sobre la vida
acuática. Debido al éxito de la serie, le encomendaron escribir la
introducción para un folleto sobre el trabajo del Departamento con lo
que se aseguró un puesto permanente. Luego de dar el examen para
ingresar en la administración pública obtuvo el mayor puntaje y se
convirtió en la segunda mujer contratada por el Departamento, como
bióloga acuática, cuya tarea era analizar y escribir informes sobre las
poblaciones de peces. A partir de su investigación y la de otros
biólogos, también escribió una serie de artículos para el Baltimore Sun y
otros periódicos.
En 1937 sus responsabilidades familiares se acrecentaron con la
muerte de su hermana mayor, con lo que se convirtió en el principal
sostén de su madre y dos sobrinas. A mediados de los años 40, Carson
comenzó a preocuparse por el uso de pesticidas elaborados con el
financiamiento militar de la ciencia desde la Segunda Guerra mundial.
En 1945, Carson intentó dejar el Departamento, pero los puestos para
naturalistas eran muy escasos. Fue a mediados de ese año que Carson
descubrió el tema del DDT pero ninguna publicación se interesó por el
tema hasta 1962.
Ya como jefa de redacción en 1949, Carson decidió intentar poco a
poco dedicarse únicamente a escribir y para ello consiguió una agente
literaria con la cual tendría una estrecha relación profesional hasta el
final de su carrera.
Su libro El mar que nos rodea (1951), además de convertirse
en best seller y adaptarse para un documental, le ganó el reconocimiento
como escritora. Sus dos libros siguientes formaron una trilogía que
explora la vida marina en toda su extensión. El éxito le dio seguridad
económica con la que finalmente pudo dejar su trabajo en 1952
De allí en más, comenzó a recibir un aluvión de invitaciones como conferenciante, y cientos de cartas de admiradores.
En 1953, Carson se mudó a Maine con su madre y en julio conoció a
Dorothy Freeman que pasaba allí cada verano con su marido. Fue el
comienzo de una relación amorosa que duraría toda su vida. Existen
innumerables cartas que intercambiaban durante los meses de separación.
Poco antes de su muerte, Carson destruyó cientos de cartas, conciente
del escrutinio de la sociedad. El resto de las cartas fueron publicadas
por la nieta de Freeman.
En 1953, Carson comenzó su investigación sobre la ecología y los
organismos de la costa Atlántica. En 1955 completó el tercer volumen de
su trilogía marina, La orilla del mar, sobre los ecosistemas costeros. La
crítica recibió el libro con grandes elogios. A partir de allí se
involucró con varias organizaciones conservacionistas. En 1957, la
golpeó la trágica muerte de una de las sobrinas que había cuidado en los
años, dejando a los treinta y un años, un niño huérfano de cinco años.
Carson lo adoptó y continuó cuidando de su madre anciana. Se mudaron a
Maryland desde donde Carson se dedicó a las amenazas ambientales
específicas relacionadas con los programas federales de rociado con
pesticidas
Su libro siguiente lo dedicó a los pesticidas como veneno ambiental y
a los programas de rociado que abarcaban la propiedad privada. A pesar
de varios terratenientes haber perdido juicios contra el gobierno, el
Tribunal Supremo les concedió el derecho a obtener órdenes contra
futuros daños al medio ambiente, lo que sentó el precedente para
posteriores causas ambientales.
Carson comenzó un proyecto de cuatro años, recabando ejemplos de
daños ambientales a raíz del DDT. A pesar del gran escándalo del
arándano en el que se encontraron altos niveles de aminotriazole,
causante de cáncer en ratones, el gobierno criticó los procedimientos de
Carson para llegar a la conclusión sobre el abuso de pesticidas. Carson
llamó a los pesticidas biocidas, ya que sus efectos raramente se
limitan a los insectos que intentan erradicar. Carson predijo el aumento
de consecuencias futuras, especialmente cuando los insectos en cuestión
desarrollan resistencia a los pesticidas, mientras que los ecosistemas
se debilitan cada vez más y se convierten en víctimas de otras especies
invasoras.
Para Carson era sumamente desalentador sufrir en carne propia las
tácticas agresivas de los representantes de la industria química, que
usaban testimonios expertos para contradecir la mayoría de los estudios
científicos al respecto. Con lo que concluyó que había “incentivos
financieros detrás de ciertos programas de pesticidas”. Carson acusó a
la industria de intencionalmente desinformar y a los oficiales de
gobierno por aceptar esa información sin cuestionamiento.
En 1960, Carson, junto con su asistente de investigación Jeanne
Davis, encontraron suficiente evidencia que apoyaba la conexión entre el
cáncer y los pesticidas, una conclusión controvertida fuera de la
comunidad científica. Sus conclusiones fueron plasmadas en Primavera silenciosa.
Al mismo tiempo en que terminaba los capítulos sobre cáncer, Carson
descubrió que tenía un quiste de mama que requería de una mastectomía. A
pesar de la operación y el tratamiento el cáncer había resultado en
metástasis.
Con la preocupación de que fuera demandada por las compañías y que no
tuviera la fuerza de defender su libro mientras que recibía
radioterapia, Carson envió los capítulos científicos a los más
renombrados expertos, de los que obtuvo total apoyo. En 1962 Carson
distribuyó copias del libro durante la Conferencia ambiental en la Casa
Blanca.
Su posterior publicación en The New Yorker no sólo atrajo la atención
del público en general sino también de la industria de la química, que
presionó para la cancelación de su publicación marcada para el 27 de
setiembre. Los ataques fueron innumerables y de todo tipo. Entre otros,
el Ministro de Agricultura escribió una carta al presidente Eisenhower
alegando que como Carson no estaba casada, a pesar de ser atractiva,
probablemente era por ser comunista!
La unidad y la fuerza que suscitó Primavera silenciosa ayudó
a cristalizar el movimiento ecologista y a través de él se logró la
prohibición nacional del DDT y otros pesticidas. De igual manera sirvió
de inspiración para la creación de la Agencia para la protección
ambiental.
La campaña de difamación fracasó ante la extensa concientización del
público. En 1963, el Comité Científico del presidente Kennedy apoyó sus
conclusiones y comenzó trabajos para crear políticas ambientales.
Aunque Carson recibió innumerables invitaciones, apenas pudo aceptar
unas cuantas, ya que su salud se deterioró cada vez más, hasta que en
1964 comenzó con problemas respiratorios. Murió de un ataque cardíaco
ese mismo año, un mes y medio antes de cumplir 57 años.
Primavera silenciosa sentó las bases para que nadie pudiera
vender contaminación bajo el pretexto de progreso, además de tener una
fuerte influencia en el origen del ecofeminismo.
Carson recibió varias distinciones en vida. A su muerte fue
galardonada con la Medalla presidencial de la libertad, por Jimmy
Carter, el más alto honor en Estados Unidos además del uso frecuente de
su nombre para premios de instituciones filantrópicas y educacionales.
Dos pensamientos de Rachel Carson
“Se le pide a la población que asuma los
riesgos que imponen quienes ponen en práctica el control de insectos.
Es la población quien debe decidir si desea continuar como hasta ahora y
sólo podrá hacerlo si tiene toda la información a su alcance.”
“Aún se habla en términos de conquista.
Aún no hemos madurado lo suficiente como para vernos como la parte
infinitésima de un universo increíblemente vasto. La actitud del ser
humano hacia la naturaleza es de fundamental importancia, simplemente
porque hemos adquirido el poder funesto de alterar y destruir la
naturaleza. Pero el ser humano es parte de la naturaleza y su guerra
contra ella es, inevitablemente, una guerra contra sí mismo.”
(Fuente)
“Hay algo infinitamente curativo en el reiterado ritmo de la naturaleza, la garantía de que tras la noche llega el amanecer, y de que la primavera sigue al invierno.” Rachel Carson |
“Los que contemplan la belleza del mundo encuentran reservas de fortaleza que los acompañarán durante toda la vida." Rachel Carson |
Rachel Carson (1907-1964) es universalmente considerada la inspiradora del ecologismo moderno, gracias a su libro La Primavera Silenciosa, en el que denunció el uso indiscriminado del DDT señalando sus dañinas consecuencias para la salud pública y la Naturaleza. El sentido del asombro es probablemente su obra más trascendente y desconocida.
Pues más allá de revelar en su vida las agresiones a la naturaleza, su
principal legado fue enseñarnos que no hay mejor manera de preservarla
que experimentar su grandeza. Este pequeño clásico, traducido por
primera vez al español, es un antídoto refrescante contra la
indiferencia y una guía para captar la fuerza de los descubrimientos
sencillos que Carson consideraba esencial para vivir.
¡Déjate sorprender!
María Ángeles Martín ha traducido “El sentido del asombro” de Rachel Carson (Ediciones Encuentro), el que se considera documento fundante del ecologismo moderno. Hablaremos con ella del discurso del Papa
en el parlamento alemán, cuando aludió a ese movimiento de jóvenes de
los 70 que se dio cuenta de que la materia no es solamente un material
para nuestro uso, sino que la tierra tiene en sí misma su dignidad y
nosotros debemos seguir sus indicaciones. “Debemos escuchar el lenguaje de la naturaleza y responder a él coherentemente“. Os dejo una frase de Rachel Carson: “Hay algo infinitamente reparador en los reiterados estribillos de la naturaleza“.
(Fuente)
"El mundo de los niños es fresco y nuevo y precioso, lleno de asombro y emoción.
Es una lástima que para la mayoría de nosotros esa mirada clara, que es un verdadero instinto para lo que es bello y que inspira admiración, se debilite e incluso se pierda antes de hacernos adultos".
Enlázate
Rachel Carson
Rescatado "El sentido del asombro"
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