Bienvenido al mundo al revés, dónde las plantas sorben jugos de
insectos y las medusas se tumban al Sol. Es el mundo de la biología.
Aquí las reglas generales son esquivas y las excepciones van más allá de
nuestra imaginación. En esta tierra no puedes afirmar ya que a la vuelta de la esquina puede haber un organismo que rompa tus esquemas. Os presentaré algunos.
En el colegio nos enseñaron que los animales son heterótrofos. Es
decir, mastican, engullen o beben alguna parte de otro ser vivo. A este
respecto, podemos decir que mi perro come carne de vaca y ésta come
hierba. Y si yo os pregunto ¿qué comen las medusas? Tras pensarlo,
podéis decir que peces. A lo que os responderé que eso es mentira
cochina. Al menos en parte. Es cierto que la mayoría de los cnidarios se
alimentan de peces o plácton (en la fase pólipo). Sin embargo, en el
Lago de las Medusas, situado en una de las Islas Roca de las islas
Palaos, existe una especie de medusa que ha decido que eso no es lo
suyo. Ellas prefieren nadar y tomar el Sol. Y no precisamente para
ponerse morenas. Estas increíbles medusas han evolucionado hacia una simbiosis con algas que se alojan en lo que antes eran tentáculos urticantes.
Las algas hacen la fotosíntesis dándole a las medusas materia orgánica y
a cambio las anfitrionas se dedican a buscar los rayos de Sol.
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