Un niño que conoce y sabe gestionar sus emociones no solo tendrá mejores
resultados académicos, sino que estará más preparado para el mundo laboral.
Uno de los grandes descubrimientos de las últimas décadas es que se
pueden educar las emociones y el comportamiento. Mediante programas
probados científicamente, es posible desarrollar lo que llaman
habilidades para la vida, es decir, una serie de destrezas en el ámbito
social, emocional y ético, que complementan y optimizan las habilidades
cognitivas e intelectuales. En este capítulo de Redes, Elsa Punset
charla con el psicólogo y experto en educación emocional René Diekstra,
con quien veremos en qué situación se encuentra actualmente el
aprendizaje de esta disciplina y qué ventajas concretas tiene en el
desarrollo de niños y jóvenes.
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