lunes, 9 de septiembre de 2013

Última moda... en el reino animal

http://www.naturalezacuriosa.com/wp-content/uploads/2013/04/elysia-chlorotica-babosa-fotosintesis2.jpg
Animales fotosintéticos

En el número anterior de la revista Drosophila os hablábamos acerca de qué es la endosimbiosis y algunos de los tipos de endosimbiosis que se han dado a lo largo de la evolución: primaria, secundaria, terciaria…

También mencionamos que no es un proceso aislado en un determinado momento de la evolución de la vida en la Tierra, sino que se ha dado a lo largo de toda la historia evolutiva, que continúa actualmente y que se puede apreciar en algunos organismos unicelulares e incluso pluricelulares (formados por más de una célula); por ejemplo: animales.

Uno de los casos más llamativos de endosimbiosis de organismos fotosintéticos englobados en un animal es el de la babosa marina Elysia chlorotica.  Este animal se alimenta de un alga llamada Vaucheria litorea, la cual se originó por fenómenos de endosimbiosis secundaria tras ser englobada un alga roja en otro organismo heterótrofo; aunque esta especie sea de color verde. Tras digerir el alga, la babosa retiene los cloroplastos del alga en el interior de las células de su intestino, de tal forma que, al ser el animal transparente, los cloroplastos pueden captar la luz solar y realizar la fotosíntesis.

Estudios recientes han demostrado que el de Elysia chlorotica es claramente un caso de endosimbiosis, ya que los orgánulos fotosintéticos (cloroplastos) quedan alojados dentro de las células intestinales del animal.

Se ha descubierto también, gracias a estudios del DNA de la babosa y el alga, que se han dado fenómenos de transferencia genética entre ambos organismos a lo largo de la evolución. Esto significa que la babosa posee genes procedentes del alga que posibilitan el mantenimiento de los cloroplastos dentro de las células intestinales del animal.

Y ya no solo se ha observado el fenómeno de transferencia genética, sino que también se ha descubierto que dichos genes de origen algal son heredables. Sin embargo los cloroplastos no lo son y la babosa deberá alimentarse del alga Vaucheria lithorea desde el momento de su nacimiento para obtenerlos.

En esta relación endosimbiótica, la babosa permite la supervivencia de los cloroplastos del alga Vaucheria lithorea dentro de sus células intestinales y se beneficia de la asimilación de los productos de la fotosíntesis que éstos generan gracias a la captación de luz solar: azúcares, ácidos grasos, proteínas, vitaminas, etc.

El mantenimiento de los cloroplastos por parte de la babosa puede durar entre 9 y 10 meses, que es el tiempo de vida de la babosa. Por tanto, la babosa solo tendría que alimentarse por una vez en toda su vida del alga para poder beneficiarse de las ventajas de la vida autótrofa o “autoalimentada” gracias a la acción fotosintética de los cloroplastos.

Este fenómeno de endosimbiosis en animales es un hito en la historia de la evolución y vuelve a poner de manifiesto que no existen barreras de transferencia genética entre los distintos grupos de organismos, lo cual supone también una ventaja evolutiva para aquellos organismos cuyos genes captados de otros organismos resulte en la ganancia de una nueva función y puede dar lugar a nuevos linajes como puede ser, en este caso, el de los animales fotosintéticos.
(Fuente)

http://imperiodelaciencia.files.wordpress.com/2011/10/elysia-1.jpg

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