La pequeña rapaz nocturna rescatada en Noruega escapa del Centro de Recuperación de Fauna de El Valle
Se ha escapado. El autillo desorientado que fue rescatado el mes pasado en el Círculo Polar Ártico tras equivocar el rumbo de su ruta migratoria ha decidido seguir viaje por su cuenta.
Si fue capaz de sobrevivir a una aventura suicida hasta la ciudad
noruega de TromsØ –cuando tendría que haberse dirigido al norte de
África, y no al Polo Norte– tampoco es extraño que el pájaro haya
encontrado la manera de evadirse de una jaula. Después de dos semanas cogiendo fuerzas en el Centro de Recuperación de Fauna de El Valle (Murcia), a donde fue trasladado el pasado día 2 después de llegar en avión a la Región desde
Oslo –vía Alicante–, la pequeña rapaz nocturna ya vuela libre en el
Parque Regional El Valle-Carrascoy, aunque unos días antes de lo
previsto por los técnicos que le cuidaban.
«Se escapó el sábado por la noche», explica a ‘La Verdad’ la veterinaria Ana Cristina Miñano,
«porque fue el domingo por la mañana cuando descubrimos que no estaba.
El animal se encontraba fuerte, llegó con 70 gramos y ya pesaba 84,
aunque nos hubiera gustado controlarlo un poco más, al menos hasta que
le crecieran un poco más las uñas y fuera capaz de cazar presas vivas»,
señala su cuidadora con evidente disgusto, aunque está convencida de que el autillo sobrevivirá sin problemas en los pinares de este espacio protegido, donde podrá relacionarse con otros ejemplares de su misma especie –en Murcia hay una población invernante–.
El pájaro aprovechó una rendija bajo la puerta corredera de su jaula-voladero para reiniciar su vida al aire libre,
sospecha el personal del centro, ya que es el único hueco por el que
pudo huir. «Con las plumas abulta, pero es un animal muy pequeño y ahora
vemos que pudo salir por ahí», deduce la veterinaria que ha alimentado
estos días al ‘Otus scops’ mediante una dieta
de pollitos, codornices, ratones y grillos. «No es la primera vez que
se escapa un animal ni será la última, aunque en este caso lo íbamos a
soltar pronto y además en este entorno», añade.
La fuga de este ‘minibúho’ –el autillo es la rapaz nocturna más pequeña– es un final coherente para
una historia de película: su aparición en un punto tan cercano al Polo
Norte –de hecho es la tercera cita de esta especie en Noruega– y los
esfuerzos de un científico de Oslo por recuperarlo lo convirtieron en protagonista de los medios de comunicación del país nórdico, que simpatizaron con un pájaro de aspecto chocante que había vivido una gran peripecia.
Migración en avión
Cuando Karl-Otto Jacobsen, del Instituto Noruego para la Investigación de la Naturaleza, contactó con el biólogo de la Universidad de Murcia Mario León –experto en rapaces nocturnas– comenzó a gestarse la segunda parte de un viaje inédito: el autillo tendría una segunda oportunidad para alcanzar su destino previsto de invernada, aunque llegaría en avión, como un turista nórdico más –el científico noruego ha corrido con los gastos–.
La publicación de su historia en ‘La Verdad’
y el efecto multiplicador de las redes sociales terminaron de convertir
al autillo despistado en un animal mediático que, de rebote, ha contribuido a que se conozca la cara más humana de los científicos y el esfuerzo de centros como el de El Valle, que desempeñan un importante papel tanto en la recuperación de fauna como en la divulgación ambiental.
Es imposible saber en qué punto de Europa inició el
autillo su viaje por el mundo, pero la anilla que le fue colocada nada
más ser acogido en El Valle –4161352 MIN. MEDIO AMB. ICONA-MADRID– deja constancia de, en algún momento de su azarosa vida, hizo escala en Murcia.
(Fuente)
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