En la calle de las Cuevas, se conservan varias construcciones excavadas
en la roca, cuya utilidad fue la de servir de enterramiento en una
antigua necrópolis romana del s. I d.C. La Casa de la Robledo Blanco es
la más significativa, en ella se pueden observar excavadas en la roca
oquedades en forma de hornacinas y una especie de altar. Esta
necrópolis, con el transcurrir del tiempo, dejó su utilización
funeraria, para convertirse en viviendas del tipo casas-cueva. La mayor
parte de estas cavidades siguen siendo viviendas, mientras que la
Robledo se ha habilitado para su visita. De todos modos, aún no se le
han colocado paneles interpretativos o cualquier elemento que implique
musealización. Es cierto, no obstante, que la intervención
arquitectónica se ha llevado a cabo con mucho sentido, mejorando muy
significativamente el recurso. Como se ha reflejado, casi todas forman
parte de actuales casas-cueva, menos la Casa de la Robledo Blanco que es
visitable con permiso del Ayuntamiento.
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