Empezando por el principio, bien valga esta redundancia, lo más
importante del tema que vamos a tratar hoy es saber qué es el papel.
Según las normas que rigen su producción (UNE 57003-3:2008), podemos definir el papel como un conjunto de fibras de celulósicas afieltradas y entrelazadas. Teniendo en cuenta esto, ya surge la primera pregunta: Si la madera no es sólo celulosa…¿qué hacen con el resto?
Dejando esta pregunta pendiente comenzaremos el viaje por la producción industrial de nuestro querido oro blanco, el papel. La principal materia prima para la producción de papel, es la madera (cosa obvia) de coníferas y árboles de hojas caduca. Las diferentes maderas dan lugar a papeles con distintas características. De esta manera podríamos distinguir entre papel
de fibras largas, procedente de coníferas como pinos, y papel de fibra
corta, como el procedente de algunas variedades de eucaliptos. En España se cultiva, según la Asociación Maderera Española, unas 359.000 hectáreas de pino y eucalipto. Cosa nada desdeñable, tanto por su tamaño como por su importancia económica.
Existen otras materias primas para la producción, pero siguen siendo
minoritarias e insuficientes para cubrir la demanda. Algunos ejemplos
son los recursos como la paja de trigo o el centeno.
En realidad os miento un poco en este punto. Existe una materia
prima, que es secundaria pero fundamental. Se trata de la producción de
papel a raíz de fibras reutilizadas, es decir, papel reciclado.
España está a la cabeza en este punto, recuperando hasta un 70 % del
papel y cartón usado, que posteriormente se convertirá en pasta de
celulosa y de nuevo en papel utilizable. También hacemos cosas bien,
aunque sean poco conocidas.
Una vez que tenemos la madera, necesitamos comenzar su tratamiento, siendo el paso principal la producción de pasta de celulosa. Toca separar estas fibras de los elementos no celulósicos presentes, siendo el más importante la lignina, que realiza una función de cohesión. Su presencia complica la producción de la pasta de papel.
Es momento de producir la pasta de celulosa, existiendo dos tipos principales: la pasta mecánica y la pasta química, recibiendo ambas su nombre según el tipo de procesado que se les realice:
- Pasta mecánica: se realiza mediante la trituración directa de la madera, eliminándose de forma agresiva la lignina. Esto da lugar a un papel opaco (cosa buena), pero de poca resistencia, poca blancura y de rápido deterioro. Un ejemplo claro de esta pasta es el papel de periódico.
- Pasta química: es el resultado de la separación química de la lignina la mezclar astillas de madera con sosa cáustica y con sulfuro de sodio. No se produce daño en las fibras celulósicas, siendo un proceso rápido que da lugar a una pasta resistente. Por supuesto también presenta inconvenientes, como la baja rentabilización de la madera (45-55%), así como su elevada complejidad y costes, comparado con el proceso mecánico.
La pasta de celulosa no es de color blanco, por eso el siguiente paso se conoce como blanqueamiento y consiste, como su nombre indica, en blanquear la pasta. Tradicionalmente se ha usado cloro para realizar este paso, pero debido a su agresividad e impacto ambiental, se
han desarrollado otros mecanismos como blanqueo por oxigeno u ozono,
que generan papeles totalmente libres de cloro (TCF) más ecológicamente
sotenible. En este punto también me gustaría romper una
lanza a favor de la industria del papel española, dado que el 100% del
papel que se fabrica aquí es TCF o ECF (papel libre de cloro elemental).
El siguiente paso consiste en el prensado y estucado. Durante el prensado se extrae la humedad y se seca el papel. El estucado se realiza con el papel seco y mejora la calidad del producto final, dándole mayor calidad y blancura, al tiempo que consigue un mayor grado de imprimibilidad.
El número de capas de estuco también es relevante, siendo una de las
principales razones que indican la calidad final del papel. A más capas,
más calidad.
Todo el proceso culmina en un enorme rollo de papel, conocido
como bobina madre, del cual y según necesidad se realizarán los cortes
pertinentes para concluir con el producto: hoja o bobina según la
necesidad.
En resumidas cuentas, la producción de papel a nivel industrial no es
un proceso que debamos ignorar, dado que tiene unas serias
repercusiones sobre nuestra industria, economía y, por supuesto, en el
medio natural. Teniendo esto claro, yo personalmente me tengo
que quitar el sombrero (aunque no tengo) por la industria de este sector
en España, dado que no sólo recicla el 70 % del papel que usamos,
siendo todo 100% libre de cloro, sino que continuamente sigue estudiando
y desarrollándose para reducir su impacto ambiental y, aunque corten
árboles, es una de las industrias que más se ha desarrollado con el
objetivo en mente de ser eco-sostenible de todo nuestro nuestro país.
(Fuente)
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