PRESENCIA DE LA VIDA RELIGIOSA EN HAITÍ
Dominicas de la Presentación. Una casa destruida, la otra bien; las Hermanas bien y están en la Conferencia Episcopal, Rue Santo 19; han recibido otras hermanas de refuerzo de su congregación. Centro de Acogida de los religios@s que vayan llegando a Haití.
Misioneros del Sagrado Corazón. casa nueva del noviciado destruida; pero todos están bien.
Scalabrinianos. Destrucción de la casa. Todos están bien.
Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna. Están en Fond Parisienne, zona no afectada.
Soeurs de la Charité de St. Hyacinthe. Casa totalmente destruida, ellas estaban en la capilla y se salvaron. Están todas bien.
Frères de lnstruction Chrétienne FIC.- Fr. DUFREINE AUGUSTE Presidente de la CHR CHR – Haití.- Hablamos con un Hermano. Tienen 5.500 refugiados en el patio de su casa. Se destruyó la Casa Provincial y murieron dos Hermanos franceses.
Clérigos de San Viator. Tienen refugiados en su patio, y se les destruyó todo. Están bien.
Carmelitas Descalzas. Están bien y el convento no está afectado.
Hermanas de San Francisco de Asís. Se les ha destruido la casa y el convento, han perdido todo. Ellas están vivas.
Hermanas de la Congregación Filles de Marie. Su casa ha quedado destruida totalmente y sepultadas muchas Hermanas (unas 15 muertas). Hay muchas heridas trasladadas a la República Dominicana.
MINISTROS ORDENADOS:
Centro de Formación de Seminaristas. Estaban en clase, han muerto muchos. Los Monfortianos han perdido al menos 9 estudiantes.
Catedral, Arzobispado, Iglesia Diocesana. Han muerto sacerdotes, 30 ministros de la comunión y el Arzobispo Miot.
"Las comunicaciones con la Conferencia Haitiana de Religiosos siguen siendo difíciles, casi imposibles, pero recibimos noticias de la acuciosa Conferencia Dominicana de Religiosos - CONDOR y, como le sucede a todos ustedes, de nuestras comunidades y en general de los medios de comunicación social. Sobra ahora abundar en los datos, teniendo en cuenta que los que nos transmiten siguen siendo apenas una sombra de la realidad que allí se está viviendo. Me limito ahora a compartirles algunos asuntos:
1. Entre los miles de muertos y desaparecidos hay más de 100 religiosos. La sola comunidad de las Hijas de María ha perdido hasta el momento 16 hermanas, tiene 14 desaparecidas y ha logrado llevar a Santo Domingo para la atención médica a 6 de ellas. Derrumbadas están no solo las casas de los pobres y las edificaciones de las organizaciones civiles, sino también las de la Iglesia y las de las comunidades religiosas.
2. Poco a poco se va viendo claro que la presencia de la Vida Religiosa, sin dejar de acudir a las actuales urgencias, conviene reservarla para el momento de la soledad, después de que pase esta primera reacción de solidaridad de todo el mundo. Es claro también que, mientras que la misma Conferencia de Haití logra ponerse de nuevo de pies, la CLAR debe canalizar su apoyo a través de la CONDOR que, gracias a su cercanía y a sus recursos humanos, está elaborando un plan de emergencia que vamos a apoyar.
3. De ellos, y muchos otros contactos directos, hemos recibido el siguiente SOS: se necesitan con urgencia médicos y enfermeros profesionales, que podrían entrar por República Dominicana y, a través de sus fronteras, hasta los lugares más necesitados de Haití. Las ayudas económicas son y serán muy necesarias, con una generosidad hasta donde nos sea posible; éstas y los recursos humanos los reservaremos para la etapa siguiente de la emergencia.
Nuestra Señora de la Bodas de Caná nos ayude a descubrir la abundancia del vino nuevo y a acercarlo a la catástrofe, para ungir con él, como sucede en el caso del Buen Samaritano, las heridas de nuestros hermanos haitianos".
P. Gabriel Naranjo Salazar, CM (Secretario General de la CLAR)
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