Trabajo en un estudio grande luminoso y alegre construido en 1916. ¡Lo he llenado de muñecas! Éste es un gran lugar para trabajar, con el océano fuera de la ventana y montañas en el fondo.

Mi tabajo lleva muchas horas de concentración paciente para formar a un bebé realista y terminar con los detalles de la figura, las arrugas y uñas.
Tengo el privilegio de haber aprendido el arte de hacer muñecas de la abuela de mi marido hace ya más de 8 años. Ella me enseñó a esculpir grandes muñecos de tamaño natural en arcilla polimérica.
Un año más tarde, cuando yo tenía algunos trozos de arcilla sobrante de una muñeca grande, formé el trozo de arcilla en un bebé en miniatura. Cuando tuve el pequeño bebé en mi mano tenía la sensación, de protección y fascinación. Me encantó!
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